domingo, 19 de abril de 2020

"O Nebraska o nada"

En el año 49 A.C. cuando Julio César estaba a punto de cruzar el río Rubicón y comenzar una guerra civil en Roma contra Pompeyo, sus fieles legionarios dijeron esta frase para apoyar al futuro gran emperador: "O César o nada". Si me dieron a mí a elegir entre Nebraska o la nada no tendría muy clara mi respuesta.

En noviembre de 2017 tuve la gran idea de cruzar el Medio Oeste de Estados Unidos, una zona conocida como las Grandes Llanuras, para llegar al famoso monte Rushmore, en Dakota del Sur. Entre la ciudad donde vivo, Salt Lake City y este conocido monte (sí, el de las caras de los presidentes, pero de eso hablaré más adelante), a las afueras de Rapid City hay unos 1.000 kilómetros de distancia, cruzando el norte de Utah, todo el estado de Wyoming y el oeste de Dakota del Sur. La vuelta la hicimos por Nebraska y el norte de Colorado, con las plantas rodadoras como única compañía. Un sinfín de kilómetros de carreteras eternas sin apenas paradas interesantes por el camino.

De esto hablo: la nada más absoluta. 

Una de estas pocas paradas que merecieron la pena fue la Torre del Diablo o Devils Tower, en el salvaje estado de Wyoming, una formación volcánica bastante interesante. La leyenda de los lakota, una tribu local, dice que varios osos gigantes perseguían a unas chicas y éstas se refugiaron en lo alto de esta roca. Los osos intentaron subir y dejaron marcas de sus garras en los laterales de la roca. Yo no conocía esta historia, pero sí la relacionaba con la película de Spielberg "Encuentros en la tercera fase", que usa esta roca como punto de encuentro entre humanos y extraterrestres.

 ¿Veis las huellas dejadas por las garras de los osos? Pequeños no debían ser estos osos.
 Aquí una foto de la Torre del Diablo donde se pueden apreciar sus espectaculares dimensiones.
Y aquí el escenario usado por Spielberg en su película de extraterrestres. Misma roca pero con un platillo volante aterrizando en ella.

Una vez visitada esta roca seguimos nuestro camino hacia Rapid City sin ninguna parada interesante por el camino. El monte Rushmore era nuestro destino y la verdad es que su visita es bastante recomendada si vives cerca o por alguna razón del destino caes en Dakota del Sur. El monte Rushmore es un conjunto de esculturas talladas en la piedra de la propia montaña, con las caras de cuatro presidentes de Estados Unidos: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosvelt y Abraham Lincoln, simbolizando, por orden, el nacimiento, el crecimiento, la conservación y el desarrollo de Estados Unidos. Su construcción, que se extendió durante 14 años, fue supervisada por un escultor danés que murió poco antes de que la gran obra estuviera terminada. Cada uno de los bustos de los presidentes mide 18 metros de altura y uno de los toques maestros del arquitecto fue poner granito en los ojos de los cuatro presidentes para que destaquen con la luz del sol.

Foto con el cartel del parque: logro conseguido.
 Esto es lo más cerca que puedes estar del monte Rushmore.
 La verdad es que Washington es el que sale más favorecido del conjunto.
Una de las mejores cosas de esta viaje fue compartirlo con Marcos y Mariangeles.

Las caras de los presidentes del monte Rushmore están presente en la cultura popular de Estados Unidos en un gran número de películas y series. Hay que ser un poco friki para recordarlas.

 Cary Grant corre entre ellas en la película "Con la muerte de los talones".
 En "Superman II" el general Zod esculpe su cara en lugar de los presidentes.
En "Mars Attacks!" los ovnis ponen sus caras en el monte.
En Phineas y Ferb, la hermana mayor añade su cara en el monte.

Después de este momento de cultura popular toca volver a Salt Lake City y atravesar el desértico estado de Nebraska y el norte de Colorado. Como a la ida, apenas un par de paradas interesantes: una de ellas fue el sitio histórico de Fort Laramie, escenario de alguna película del Oeste y donde nos encontramos con varios bisontes que caminaban por la carretera con cara de pocos amigos. 

 Ésta es la cara de pocos amigos del bisonte. 
 El cartel y la planta rodadora gigante eran lo más interesante de este monumento a la nada. 
Sentado en una bota en la ciudad de Sioux Falls, en Dakota del Sur.

A grandes rasgos éste ha sido mi viaje por una de las zonas más despobladas de todo Estados Unidos, llena de granjas, de llanuras interminables y de perrillos de las praderas asomando sus cabezas en estos campos de heno. En apenas 5 días había añadido tres estados más a mi lista de estados visitados: Wyoming, Nebraska y Dakota del Sur. 

Muchas gracias a todos por pasaros y por dejar comentarios. 

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