martes, 8 de julio de 2014

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Antes de recibir la llamada de Skype de una directora de un Elementary de Utah pasan muchas cosas. Esta entrada del blog intentará contar como lo llevé en cada uno de los pasos del long process!

Todo comenzó antes de la Navidad de 2013; a finales de Noviembre una convocatoria del Ministerio de Educación mostraba la posibilidad (remota) de poder acceder a un puesto como Profesor Visitante (en adelante, PPVV) en un estado de los 50 de este enorme país.

Una de las primeras claves: leerse muy despacio la convocatoria y crear un perfil en Profex, plataforma donde tienes que subir todos los títulos, certificados y documentos relacionados con el proceso de admisión.

El segundo paso sería pensar el Estado de destino, es decir, dónde te ves dando clase (yo, a estas alturas, en ningún sitio). Es importante leer los requisitos de cada Estado y buscar el que mejor se ajuste a tu formación y experiencia educativa. Los más solicitados suelen ser Texas, Florida, Illinois y California, estado que yo solicité en primera instancia. Una vez rellenado formularios y enviados por correo al Ministerio, toca esperar (palabra clave en este proceso). Si cometiste algún tipo de error a la hora de subir documentos o te falta alguna cosilla, en los meses de enero y febrero rectificas y continúas en el proceso.

La Semana Santa se acerca y con ella la primera criba: el correo y Profex se convierten en un elemento básico para esperar el siguiente paso: tener una fecha de entrevista en Madrid con autoridades americanas y poder optar a la plaza. En mi caso, la asesora de California me recomendó, vía Skype, un cambio de Estado: por mi perfil tendría más posibilidades en otro estado: Utah. Así que a tirar de Wikipedia para saber algo de este cambio de Estado.

La fecha de entrevista llegó, el miércoles 8 de abril en el archifamoso Hotel Confortel de Madrid. Organización de viaje, cambiar clases, buscar vuelos y día de la entrevista. Gente, nervios, más gente, más nervios. Una entrevista por la mañana y otra por la tarde, ambas con profesionales educativos americanos amabilísimos y muy interesados en todo lo que respondes y muy atentos con el entrevistado (y sus nervios). Resultado de un largo día: candidato en reserva, una especie de limbo en el flotas, con dos opciones: recibir una posterior llamada por Skype y ser entrevistado por un cole o no saber nada más de nada. En mi caso, la primera opción fue la que llegó y a partir de ahí, la vorágine en la que encuentro: organizar la salida de España y la llegada a Estados Unidos, un mundo de papeles que te atrapa lentamente...

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