domingo, 17 de mayo de 2015

Wilderness is not a luxury, but a necessity of the human spirit

El título de esta entrada suena mejor en inglés y seguro que mis chicas de inglés lo traducen a la perfección: la vida salvaje no es un lujo, sino una necesidad del espíritu humano. Esta frase la leí un autobús subiendo al impresionante Zion National Park, en el suroeste de Utah, cerca de Cedar City, a unas 300 millas de Salt Lake City.

Entrada al parque en un gran día de primavera.
 
Éste es uno de los parques naturales más conocidos de todo Utah, con rutas muy especiales y originales, rodeados de animales que corretean en libertad por sus 593 kilómetros cuadrados. El río  Virgin excava el cañón, con 800 metros de profundidad en algunas partes del cañón. Hace 8.000 años el pueblo anasazi se asentó en el cañón, abandonándolo misteriosamente en el siglo XVI, hasta que los mormones lo redescubrieron en torno a 1850. De los 240 kilómetros de rutas, hemos hecho varias muy interesantes: una subida espectacular, llamada Angel´s Landing o el aterrizaje de los Ángeles, de casi 6 millas por una ruta muy escarpada, entre rocas que parece que sube hasta el cielo, usando cadenas para no perder el equilibrio. Es un recorrido espectacular, salvaje y duro, con el Sol encima de nuestras cabezas. Tras reponer fuerzas, hicimos otra ruta, ésta acuática, llamada The Narrows, los Estrechos, una de las más características del parque: un total de 8 millas a través del río Virgin, con el agua hasta la cintura, por encima de rocas y meandros. Pese al calor del día, el agua estaba realmente helada, ya que procedía del deshielo de las montañas del cañón.

 Entrada al parque, rodeado de cervatillos.
 Aquí aterrizan los ángeles y hasta ahí arriba llegamos, con mucho sufrimiento.
 El paisaje me recuerda al Machu Picchu andino, ¿a vosotros?
 Colinas escarpadas y naturaleza virgen.
 La subida para ver los ángeles le pasó factura a María.
 Un día de calor y muchas millas por hacer.
 Con el agua hasta los tobillos en esta zona del río, hasta la cintura en otras.
 Vistas espectaculares del río a mis espaldas.
Sólo me faltan el mando y unas palomitas.
 
Después de un duro día de caminatas, una gran cena en un restaurante con carne texana a la brasa, con filetes de kilo y pico de ternera americana para coger fuerzas para las rutas del domingo.
 
El domingo, muy temprano, con Marta y los niños fuimos a la entrada norte del parque, una zona llamada Kolob, una ruta entre cabañas antiguas y un pequeño riachuelo, con final en una gran cueva.
 
 Un gran anfiteatro natural a nuestras espaldas.
 
Con las pilas cargadas volvimos a Salt Lake para comenzar una nueva semana de clases, muy especial por ser la Teacher Appreciation Week en la escuela, es decir la semana de dar las gracias a los profesores por ser tan buenos, pacientes, comprensivos y cariñosos todo el año. Los niños y niñas te inundan con tarjetas- regalo, manzanas, dulces, tazas, postales y cartas con bonitos mensajes, manualidades, bebidas energéticas (¡falta hacen!) y demás detalles simpáticos. Durante toda esa semana los padres nos traen la comida, cada día diferente y un montón de postres y tartas. Una bonita semana en la que los niños están más tranquilos por ser la semana de aprecio al maestro.
 
 Traducción de la carta que acompaña al donut, haciendo un juego de palabras en inglés: "¡No sabríamos que haríamos sin profesores como tu!".
Muestra de las manualidades que me regalaron los niños de la clase.
 
Este fin de semana pasado, en una ciudad al norte de Salt Lake, Ogden, se celebró el aniversario del momento en que dos trenes se encontraron, el 10 de mayo de 1869: un tren que procedía del Oeste, de la compañía Central Pacific y otro que procedía del Este, de la Unión Pacific. Este momento fue muy importante para la época, ya que se unía todo el país a través del ferrocarril: el océano Atlántico con el Pacífico, clave para la conquista del Oeste y la fiebre del oro de California. Pues ese día, el 10 de mayo de 1869, a las 12:33 de la mañana se colocó el último clave de la vía del tren y para ello vinieron gobernadores de Utah, Nevada y Idaho. Ninguno de ellos la colocó de forma correcta en la vía (¡políticos...!) y tuvo que bajarse el conductor de uno de los dos ferrocarriles para clavarla con un gran mazo de madera. Pues desde esa fecha, cada 10 de mayo, se recrea ese momento, con trajes de época, discursos originales y la llegada de los dos trenes. Ahora, esta zona, a unas 20 millas al norte de Ogden, se la conoce como Golden Spike o clavo de oro. La verdad es que los americanos son geniales a la hora de hacer estas recreaciones y fue un experiencia de historia en tiempo real, muy interesante y curiosa.
 
 Un tren que venía del Este, el de la Union Pacific.
Un tren desde el Oeste, de Central Pacific.
 María y yo con un general de la guerra de Secesión.
 Bonita foto con el ferrocarril a mi espalda.
 Scarlett O´Hara no quiso perderse el evento ni yo una foto con ella.
El momento en que las autoridades y sus esposas esperan la llegada de los trenes.
 
Buenas excursiones en este final de curso, que culminaremos el fin de semana que viene (un fin de semana largo, ya que el lunes 25 es festivo, el Memorial Day, para honrar a los caídos por Estados Unidos a lo largo de su historia) y aprovechamos para irnos a... ¡Yellowstone! El mítico parque nacional por excelencia, hogar del oso Yogui y de su amigo Bubu (apréndetelo, Susana). La siguiente entrada estará dedicada a este viaje a Wyoming.
 
El otro día, paseando, me encontré una carretera cortada por la celebración de una boda mormona. Para la foto de familia, pararon el tráfico y todos al medio de la carretera. Los conductores aplaudían y esperaban con una sonrisa en la boca. ¿Sorprendente, verdad?
 
Oficial y caballero en las calles de Salt Lake.
 
Muchas gracias a todos por pasaros y comentar. Me encanta leeros.

4 comentarios:

  1. Estaba yo pensando que si la boda fuese en medio de las calles de Vigo jajaja,aplaudirían al conductor que atropellase a los novios...Vigo,tierra sin ley ja ja ja.Me encantan las fotos de Zion y de los trenes:)son taaaan geniales

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    1. Jajaja, que bueno, Jose!! Tu y el tráfico de Vigo no os lleváis muy bien!! Se me viene a la cabeza un Vitrasa en una rotonda, jajaja.

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  2. Rubén, ahora que la probaste dime: Hay alguna diferencia entre la carne americana y la autóctona gallega cachena??
    La boda de la pareja de mormones es real, porque me cuesta creerlo.

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    1. La verdad es que no soy yo un gran amante de las carnes de ternera, pero sí que noté un sabor más fuerte en la carne americana.

      La foto de la boda mormona es real, ocupando toda la vía pública. Es un robado, no un posado.

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