Una vez acabado el curso de formación, el viernes a primera hora (es decir, a eso de las 7 de la mañana), la principal de mi cole me recogió en el hotel de Layton y fuimos al colegio donde voy a estar todo el año escolar dando clase. El recibimiento fue muy cálido, preocupándose en todo momento por mis necesidades y programando cada día del fin de semana. El cole donde voy a dar clase es muy grande y es igual que en las películas: un gran salón para comedor y para bailes de fin de curso, taquillas por todos lados, el equipo de deportes del cole (Go Mustangs!) y una sala de materiales enorme, con más de quince fotocopiadoras, plastificadoras, cartulinas de todas formas y colores, incluso sierras de madera y lijadoras para los proyectos de ciencias. Cuando los americanos hacen algo, lo hacen a lo grande; no tienen término medio.
Mi clase es muy acogedora, con varias zonas diferenciadas: zona de lectura, zona de ciencias, área de tecnología... Los profesores americanos emplean mucho tiempo en decorar sus aulas (o salones), a veces, más de una semana y los resultados son espectaculares. Yo empecé a colocar archivadores, posters, bordes de tablones y aún me queda bastante trabajo por delante hasta que el lunes 25 la clase se llene de niños. En otra entrada, más adelante, hablaré del sistema educativo y la organización escolar.
Here we go!
Cada clase con su correspondiente American Flag!
Después de dar varias vueltas y de ver algún apartamento en condiciones lamentables, encontramos una zona residencial muy chula y con un apartamento disponible, muy bien de precio, así que I got it! para mí!. El lunes a primera hora iré al banco a abrir una cuenta y después a formalizar la entrada y el contrato para el curso escolar.
Parte exterior de mi apartamento.
Zona de paseo y descanso (con patos incluidos).
La verdad es que el balance hasta ahora es positivo; no esperaba encontrar un apartamento tan bien de precio, tan cercano al cole y tan pronto; le doy las gracias a my angel Phil que me llevó en coche toda la mañana de lado a lado, con una paciencia y un buen humor increíbles (y escuchando jazz en su coche).
Sigo pensando,Phil como el del príncipe de Bel Air!!el apartamento muy buena pinta!!yo siempre quise ir a un baile de estos de las series americanas!!!me apunto jajja,aunque sea para vigilarlo:p
ResponderEliminarTe acepto como voluntario! Aquí los padres y madres de los niños se ofrecen voluntarios para todo, hasta para afilar los lápices y cortar folios. A ti te va a tocar vigilar el ponche!!
ResponderEliminarMe encanta la urbanización!! Y sobre todo lo de los patos... ��
ResponderEliminarLos patos están muy bien cuando visitas la urbanización, pero oírlos un domingo a las 6.30 de la mañana te dan ganas de una escopeta de balines!!
EliminarTe tocó la número 13✌
ResponderEliminarNo soy demasiado supersticioso, así que el número 13 lo voy a tomar como buena señal!
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