lunes, 20 de octubre de 2014

Campings, caravanas y animadoras saltarinas

Antes de nada, disculpas por haber tardado tanto en actualizar el blog; sé que tengo una serie de asiduos lectores y debo renovar, al menos, una vez por semana. Intentaré que así sea.

Escribo esta entrada desde el Aeropuerto Internacional de San Francisco (California), ciudad en la que he pasado los últimos cuatro días. El jueves por la mañana, Jose y yo abandonamos la brumosa Salt Lake para disfrutar de las vacaciones de otoño o fall recess. Los colegios e institutos del estado de Utah descansamos por estos cuatro días y, la verdad, es que vienen muy bien para pequeños viajes o escapadas. Yo los llamo VSF (Viaje sin facturar o viaje de mochila). Jose ha venido de visita y el destino ha sido San Francisco, una gran ciudad en la costa norte del soleado estado de California. De ella hablaré en la próxima entrada de este blog. Un pequeño anticipo en forma de fotos:

La gran foto de San Francisco: el majestuoso Golden Gate.
Antes de la escapada, la vida ha continuado igual en la tranquila Salt Lake: clases y largos horarios de lunes a viernes y conocer nuevos parques y ciudades los fines de semana. La semana pasada los niños y la niñas de mi clase han realizado los primeros exámenes estatales del año en Matemáticas (asignatura que yo imparto en español) y en Inglés (impartida por Dean). Los exámenes, conocidos como SAGE, son muy importantes y se realizan a partir de 3er Grado. Los resultados han sido positivos, pero queda mucho por recorrer hasta finales de mayo. La vida en el colegio ha cambiado poco: muchos claustros y muchas reuniones. Este año soy el técnico de Prevención del Consumo de Drogas y de Violencia de la escuela (el título es en inglés, pero así nos entendemos mejor) y la semana pasado tuve que exponer, delante de todos los profesores y personal, mi plan de actuación y, la verdad, ha quedado bastante bien. Así que, ¡prueba superada!

Hace un par de sábados, María y yo fuimos de excursión a Park City, una pequeña ciudad en la Montañas Wasatch donde las dos últimas semanas de enero se celebra el Festival Internacional de Sundance, un festival de cine independiente, organizado por Robert Redford, donde se estrenan películas de bajo presupuesto y, muchas veces, de gran calidad. El resto del año, es una ciudad pequeña, que vive del turismo de la nieve (estilo Aspen, en Colorado), con las mejores estaciones de esquí del país, y del outlets (tiendas de firmas caras a precios bajos).
Los tranvías cruzan la pequeña y soleada Park City.

Park City recuerda a Andorra: nieve en invierno y tiendas de ropa y perfumes.

Teleféricos para subir a las pistas de esquí.

El siguiente fin de semana María, Marta y sus hijos y yo planeamos una escapada al sureste del estado de Utah. Hemos pedido prestadas tiendas de campaña, sacos y colchones hinchables, hemos llenado los depósitos de los coches, hemos comprado carne para hacer barbacoa, hemos reservado una parcelita en un camping y ¡a la aventura!

El sábado fuimos al Parque Nacional de Canyonlands y el domingo hemos repetido el Parque Nacional de Arches, al que ya había ido con Jose en agosto. Lo más divertido fue el camping y la liturgia de montar y desmontar la tienda, preparar el fuego y tumbarse bajo el despejado cielo de Utah y ver las estrellas. Para poder usar una parcela del camping que escogimos (de lo poco que quedaba libre, ya que a las familias americanas de este estado les encanta la naturaleza y el aire libre y los campings de los Parques Nacionales se llenan ¡antes del verano!) reservamos dos parcelas con dos aparcamientos y una zona de barbacoa. 

María y yo llegamos al camping el viernes pasadas las once de la noche y vimos que teníamos una explanada para nosotros y otra para Marta y los niños, así que al día siguiente cancelamos una parcela sin coste alguno (algo positivo de Utah: cancelas el mismo día o el anterior y no te suelen cobrar nada). A esas horas empezamos a montar la tienda y no se nos dio nada mal: a la media hora estábamos en nuestros sacos de -10º durmiendo plácidamente. Al día siguiente, los niños llegaron para revolucionar la tranquila vida del camping: colchones, sillas, almohadas, tiendas, galletas, neveras... parecía que invadíamos el camping.

¡Parecía que íbamos para dos meses y no para un fin de semana!

 Aquí quiero explicar algo que me llamó mucho la atención: mucha gente vive en caravanas en estos sitios, con sus mesas al aire libre, el contacto con la naturaleza, sus macetas con flores y sus baños compartidos. Me recordó a una serie de televisión llamada Me llamo Earl (¡grande!) donde sus protagonistas vivían de esta forma. América es un mundo de contrastes. 

El precio de las parcelas es muy bueno, 40 dólares por una parcela (enorme) todo el fin de semana. El Parque de Canyonlands está muy chulo, con muchas formaciones curiosas hechas por los ríos de la zona, el Colorado y el Verde; más de 1.300 km2 en cuatro distritos, uno de ellos, llamado el Laberinto, inaccesible. Como curiosidad, uno de sus arcos fue un fondo predeterminado de Windows XP (¡a ver si os suena, que me leéis muchas expertas en  informática!).
En la foto de Windows no salgo yo.

 Foto superdivertida de Marta y los niños.

Estoy señalando una serpiente muy venenosa que campaba a sus anchas por el Parque.
  
Después de un día de largas caminatas y mucho calor, extraño para esta época del año, una cena de hot dogs y carne a la parrilla, alrededor de una hoguera (¡por fin me fueron útiles los inviernos encendiendo la chimenea de Manzoi pelados de frío!) fue el punto final perfecto.
Luz de hoguera y estrellas: excelente combinación.

¡Tantos anos cargando cepos e vendo á miña nai encender o lume co pixama e periódicos valéronme para a fogata que montamos!

Al día siguiente, temprano, desayuno de tortitas con caramelo, fruta y sirope de arce, y a revisitar el Parque Nacional de Arches. Cuando fui en agosto con Jose, el símbolo del estado de Utah, el Delicate Arch estaba cerrado por inundación, así que esta vez pude visitarlo y hacer muchas fotos. Es realmente grandioso pensar en los procesos de erosión de la naturaleza y en los millones de años que han pasado para ver esta obra de arte.

 Ese punto insignificante en medio de la naturaleza salvaje de Utah soy yo.
Dentro de otro arco con el Delicate Arch de fondo.
A media tarde, nos separamos: María y yo al noroeste, a Salt Lake y Marta y los niños al suroeste, a Cedar City, tras un fin de semana de desconexión y naturaleza.

Una anécdota: al volver hacia Salt Lake, un coche de un Ranger de policía se colocó detrás de mi Cañonero y puso la alarma y las luces hasta llegar a mi altura y mandarme parar en el arcén. Bastante nervioso, puse las manos en el volante de forma que se vieran perfectamente y bajé la ventanilla del copiloto. Con una educación extraordinaria, el oficial me dijo que a mi placa de matrícula le faltaban unas pegatinas, que las debía tener en la guantera, me ayudó a buscarlas y a ponerlas y nos despidió con un sonoro be safe, es decir, conduzca seguro. Una primera, y espero que última, buena experiencia con los Rangers americanos.

La siguiente entrada será del gran viaje a San Francisco que en pocas horas llegará a su fin: una gran escapada a una gran ciudad y en una gran compañía.

Muchas gracias a todos por leer y comentar! Be safe!

Ps. El miércoles 5 de Noviembre a las 19.00, cumplo uno de mis sueños americanos: ver un partido de la NBA: Utah Jazz vs Cleveland Cavaliers! ¡Lebron James en el Energy Solutions Arena!

Ps. II. Como gran aficionado al deporte, el miércoles pasado fui a ver un partido de High School de fútbol americano y el ambiente era genial: dos equipos de instituto, perritos calientes, animadoras- cheerleaders, camisetas y banderas gigantes y hasta una banda de instituto (recomendado para fans de Friday Night Lights).
 Un ejército de animadoras saltarinas.
Los mineros de Bingham contra los grizzlies de Copper Hills. 
Mi mural de pasillo: a los niños americanos les encantó la historia de la Santa Compaña.

8 comentarios:

  1. Hazte una foto en la casa de embrujadas!!

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    1. La verdad es que Salt Lake está muy decorada de Halloween; San Francisco casi nada!

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  2. Tienes que poner que es imprescindible llevar manta a un partido de fútbol americano para no morir congelado,verdad?jjeje y tienes que hablar de San Francisco,porque es una ciudad excepcional!!!

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    1. La manta es un must para ver un partido y no quedarse helado de frío. A ver si te gusta la entrada de san Francisco, Josete.

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  3. Lo primero, felicitarte por las fotos!!
    Me gustaría saber que carita se les quedo a los niños cuando le explicaste lo de la Santa Compaña, y en cuanto a la foto polémica de fondo pantalla( Windows XP)menudo negocio hizo el fotógrafo!! Creo que está hecha al norte de San Francisco.

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    1. Muchas gracias Vicky! Me estoy aficionando a la fotografía, pero sólo soy un principiante. Las historias que les cuento de España les encantan y si les hago teatrillo aun más!

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  4. Qué foto más impresionante, Ruben!!! Saludos desde Vigo!!! Marisa Meijide

    Hola de veo muy americanizado, parece Que te veo muy feliz, me alegro que sea así sabes si vienes por Navidad ? Un beso Conchita Cabrera González

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    1. Estos dos comentarios me los hicieron dos buenas amigas a través de Google + , por eso los muevo para aquí. En Navidad vuelvo a España, como el turrón!

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