En estos años he visitado a cuatro presidentes esculpidos en roca.
En la última entrada antes de mi desaparición (en realidad no he desaparecido, solo me he quedado sin tinta en el bolígrafo) acababa de dejar Chicago en una fría mañana de primavera de 2016. Ahora escribo estas líneas en una fría tarde de primavera de 2020. Han pasado algunas cosas (no demasiadas) en estos cuatro años: nuevos retos, nuevas aventuras, nuevas ciudades, nuevos paisajes, pero la misma nieve en los inviernos de Utah.
Echo de menos estas sonrisas y juegos bajo el sol.
Como esta entrada es solo una nueva toma de contacto con el blog no me extenderé mucho más. En las siguientes entradas intentaré recordar viajes interesantes y experiencias enriquecedoras que me han pasado durante estos cuatro años para compartirlas con quienquiera que acabe leyendo estas líneas.
Sigo con los pies en Utah.
Como te echábamos de menos...
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