¡Lo habéis adivinado! Es una de las frases más conocidas de la historia del cine: Escarlata O´Hara, arruinada después de la derrota del Sur en la Guerra de Secesión, agarrando una zanahoria de su maltrecha Tara y jurando que nunca más volverá a pasar hambre.
¿Os preguntareis que tiene que ver esta frase con el hecho de que yo esté en Utah dando clase? Muchos de vosotros sabéis que el cine es una de mis pasiones y esta semana, aprovechando el 75 aniversario de la película, se reestrenó en varios cines de Estados Unidos una versión de "Lo que el viento se llevó" inédita, con minutos extra y escenas nuevas. Y ahí estaba yo: un miércoles ventoso del mes de octubre, a las siete de la tarde, en un cine de Salt Lake City, con mi bol de palomitas (rellenable, es decir, se te acaba y más palomitas!). Una experiencia muy chula, poder ver una película tan emblemática en pantalla gigante en un cine americano.
El fin de semana pasado, María y yo nos acercamos al sur de estado de Utah, en concreto a Cedar City, a unas tres horas de Salt Lake, un pueblecito donde da clase otra maestra española, que nos acogió en su casa. Marta vino a trabajar a Utah con sus dos hijos adolescentes, que están muy integrados en la vida americana (uno juega fútbol americano y está en la banda de jazz del High School y el otro juega al golf). Pasamos un fin de semana de desconexión total después de una larga semana de clases, cursos, padres y papeles. Cedar City está a unas 30 millas de Saint George, la segunda ciudad más grande del Estado, después de la capital. Es un pueblo parecido a Moab: una calle principal con tiendas y restaurantes y calles alrededor de urbanizaciones, apartamentos y verde, mucho verde, por el medio. Cedar City es una ciudad conocida en todo Estados Unidos porque cada verano (de mayo a octubre) acoge la representación de un gran número de las obras de teatro de Shakespeare y una parte del pueblo está repleta de construcciones típicas de la Inglaterra de Shakespeare: las casas bajas de madera, los altos relojes y una reproducción del teatro de Londres donde se representaban sus obras: The Globe (visita recomendada si vas a Londres, a orillas del Támesis). Cuando estábamos viendo La tempestad en este teatro, fiel réplica del original, pensaba acerca de lo sorprendente que es Estados Unidos: un pueblo sin aparente interés, escondido al sur de Utah, rodeado de desiertos y moteles baratos, acoge uno de los mayores festivales de teatro de Shakespeare del mundo, con conferencias de grandes especialistas en su teatro y obras de alta calidad.
Shakesperare es el epicentro en la vida de la tranquila Cedar City
Gente de todo Estados Unidos viaja en el mes de agosto a ver las obras del autor de Romero y Julieta.
Esta estatua de Shakespeare en un banco me recordó al Valle-. Inclán de Alameda de Santiago de Compostela. ¡Dos grandes!
Magnífica reproducción de The Globe, donde Shakesperare estrenó muchas de sus obras.
Ensayos antes de la función de la tarde- noche.
Precioso reloj en medio de la zona victoriana.
El amor y la muerte, protagonistas en el teatro de Shakespeare.
Todo esto me llevo a una reflexión: Estados Unidos puede parecer un país frívolo, con gente que cree que España está en México o no saben quién es (era) el rey Juan Carlos, pero si escarbas un poco en la superficie tiene un trasfondo cultural muy interesante y sorprendente: grandes ideas en educación, literatura o cine, no muy conocidas y tapadas por noticias más curiosas y con más prensa. También he conocido a gente que pensaba que España y Argentina eran el mismo país. Un país muy heterogéneo. También influye que yo me estoy moviendo en un ambiente educativo, por lo que conozco gente con muchas ideas chulas y nuevas técnicas asombrosas.
En los alrededores de Cedar City hay dos parques nacionales realmente interesantes: Zion Park y Bryce Canyon. En Estados Unidos hay dos tipos de Parques: Nacionales y Estatales. Los primeros suelen ser los más espectaculares (Yellowstone, Yosemite, el Gran Cañón, las Everglades), mientras que los segundos son más pequeños, aunque muy bonitos. Hay una tarjeta para parques Nacionales que te permite entrar en ellos las veces que quieras en el periodo de un año. Para entrar no se paga por persona, se paga por coche, por lo que cuantos más vayan dentro, más barato sale. La tarjeta cuesta 80 dólares al año y Marta ya la tiene, así que nos hemos aprovechado un poquito (más) de su maravillosa hospitalidad burgalesa.
Ambos parques son ESPECTACULARES: muchas rutas de senderismo y la sensación de estar en contacto con la naturaleza más salvaje, rodeado de ciervos, ardillas, águilas y algún ruido lejano de oso (esto nos lo dijo un ranger que estaba vigilando). Utah es un estado bastante desconocido para el mundo en general, pero para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre es un referente mundial.
Vista desde un punto elevado de las formaciones de las rocas en Bryce Canyon. A mí me recordaron a las Chimeneas de las Hadas de la Capadocia turca.
Cuervos enormes sobrevuelan los parques.
Millas y millas de naturaleza sin cruzarte con nadie.
Arcos en las piedras: formaciones realmente impresionantes.
Muchos de estos paisajes se usaron como platós para películas del Oeste. De hecho, John Ford era un enamorado de Utah y vivió varios años por aquí.
Rutas por medio de huecos imposibles. Aquí se rodó la angustiosa película "127 horas", que narra las aventuras de un escalador cuyo brazo queda atrapado entre dos rocas.
El clima perfecto para visitar parques: nublado, sin Sol y sin lluvia.
Los niños de Marta y yo de rutas salvajes.
Esta foto la saqué porque parecen un grupo de gigantes inmóviles.
Paredes de roca erosionadas por la nieve y la lluvia durante miles de años.
La inmensidad del auténtico Oeste americano.
A la salida de Zion Park encontramos un museo al aire libre de edificios e instituciones típicas del antiguo Oeste, cuando los aventureros cargaban toda su vida y su familia en una carreta e iban a la búsqueda de oro por estas llanuras. Aquí nos hicimos unas divertidas fotos:
Justo en ese momento cayó una tromba de agua y al rato salió el Sol: es muy inestable el tiempo en el sur de Utah.
No le faltaba detalle: la carreta, el banco, la cárcel, el Saloon, el abrevadero, la pensión,...
Después de beber whisky XXX y con las pistolas desenfundadas.
Al final del día dí con mis huesos en la cárcel.
La fiebre por Halloween continúa inundando supermercados y casas y yo he tenido mi primer regalo de la mejor noche del año (para muchos americanos): ¡una niña me ha hecho una casa del terror realmente genial!
Cualquier disfraz de Halloween o adorno imaginable lo encuentras sin problema.
Halloween coincide con el Harvest time o tiempo de la cosecha, muy popular en Utah, ya que la vida en el campo ocupa un lugar importante en la economía del Estado.
Mi regalito de Halloween, con su fantasma en el árbol, sus gatos negros y su calabaza. Precioso.
Una entrada de blog con muchas fotos como me piden en correos muchos de mis alumnos de los cursos de informática e inglés. Muchos saludos para ellos que empezaron cursos esta semana (intento llevar los correos al día, pero se me juntan con los del cole y me encuentro ¡con casi 50 al día!).
Muchas gracias a todos por pasaros y espero que os resulte interesante lo que escribo. A mí me encanta compartir un poquito de mis experiencias en suelo americano.
Ps. Esta semana me ha llegado un paquete a la escuela con un montón de libros en español. Desde que empezaron las clases, allá por agosto, he estado mandando todos los lunes un correo al Distrito pidiendo libros para crear un biblioteca en español. Ésta ha sido la respuesta.
Ps. Esta semana me ha llegado un paquete a la escuela con un montón de libros en español. Desde que empezaron las clases, allá por agosto, he estado mandando todos los lunes un correo al Distrito pidiendo libros para crear un biblioteca en español. Ésta ha sido la respuesta.
Los niños podrán llevar sus libros en español para leer por las noches.
A partir de ahora, imitando al personaje de Tim Robbins en Cadena Perpetua, mandaré dos mails por semana para poder ampliar la biblioteca y crear un buen centro de recursos en español.
El tiempo transcurre con la celeridad del viento, aprovecha su impulso
ResponderEliminarAy, Antonio, ¡que poeta me has salido!
EliminarComo siempre unas fotos preciosas.No sabía que la peli se reestrenaba con nuevas escenas.Qué maravilla.Que sepas que por España se te echa mucho de menos!!!Aunque empápate de la experiencia americana
ResponderEliminarPor ahora estoy integrándome disimuladamente en la sociedad americana/utiana: trabajo y naturaleza.
EliminarQue bonito encabezamiento:Lo que el viento se llevó, una película con historia de guerra, supervivencia y amor. Me encanta!!
ResponderEliminarCoincido contigo en el parecido de Bryce Canyon al parque de Göreme (La capadocia) Hay que ver como te miman, con regalo y todo. Que suerte!! Un saludo.
Vicky, aquí la naturaleza es supersalvaje, como si nadie la hubiera tocado nunca. ¡En las películas de John Wayne no le hacen justicia!
EliminarHola veo que estas estupendo. En cuanto a tu blog es una pasada parece que estoy hay contigo de excursión,.el siguiente proyecto pienso que debe ser escribir un book jeje con todas estas vivencias. Un gran abrazo de los tres . cuidare mucho.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Manuel!
EliminarUy, lo del libro es más complicado, que los niños me dejan poco tiempo. Muchos besos a los tres y al peque, que me dijo mi madre que andaba pochiño. Mua!!
Esas fotos las hiciste todas tú? Con el IPHONE? xD Si es así tendré que joderme porque molan jaja
ResponderEliminarYa no existe el barco de vapor? Esos libros se salían, todo niño debería leer esos libros, yo era muy feliz cambiando de color del libro a medida que crecía, los blancos, azules, naranjas y los difíciles rojos.